Carta que nació una tarde de abril.

Estoy muy conmovido por tus palabras. Te entiendo. A veces, ser adulto no es fácil. Mira, personalmente también he sido adolescente. No intento decirte con esto que tengo la fórmula porque nadie la tiene. Cada uno de acuerdo a su experiencia la construye para sí mismo.

Pasé por esta situación. Mi papá quiso que yo me dedique a la electricidad. Mi mamá quería que yo sea carpintero y siga el buen ejemplo del Divino Maestro. Mi profesor que me enseñó los cinco años, y creo que fue el artífice de que terminara en uno de los Premios excelencia del año 94, porque lo fui, quería que fuera ingeniero. Mi tío, que por cierto era el único que había ido a la universidad hasta ese entonces, quiso que yo fuese abogado.

Me empecé a dedicar a la enseñanza desde los 14, hacía trabajos de catesismo para la iglesia. Me nació la vocación de enseñar. Opté por ella. Me fue difícil que aceptaran, pero si hay algo que siempre hice fue escuchar a mis padres y entenderlos. A veces con los padres hay que ser muy pacientes y tolerantes. Recuerda que también tienen sus propios problemas. Hay que usar siempre mucho tino, siempre con respeto. No es bueno juzgarlos.

Ellos, siempre me han ayudado desde entonces... Cuando uno tiene tu edad ,ve que muchas cosas son injustas; pero desde luego todas, tienen una razón de ser. Por algo se dan. Injustas o no siempre las cosas suceden por algo.

Siempre tuve que trabajar para educarme por mi cuenta. (...) Épocas pasadas.

Así hice mi carrera. Mi padre se veía impedido de ayudarme con los estudios universitarios, tal vez ahora entiendo porque nunca quería que yo vaya a una universidad, y era por su escasa economía. Bueno me enseñó a poner de mi parte si quería tener algo. Ahora él ya no está. (...). No me arrepiento de haber estudiado esta carrera. No. Ella me ha dado grandes satisfacciones. Me ha inducido a despertar lo que siempre soñé que era escribir. Pero, ¿qué escribiría un escritor sino tiene vivencias y si no convive con gente tan sencilla como la que me ha rodeado estos últimos años? ¿Cómo podría seguir escribiendo, sino tuviera tantos motivos y personas que he conocido en esta carrera y ahora más que nunca sé que esperan lo mejor de mí? A ellos no les puedo fallar. Son innumerables. (...)

Te das cuenta ahora que todo pasa por algo?

Si bien es cierto cuando estudiaba no tenía la independencia que hoy tengo, pero eso se va consiguiendo de a pocos. He tenido la oportunidad de viajar afuera. El mundo afuera es muy competitivo, y si uno quiere ir allá debe tener un soporte, alguna carrera o algo de qué vivir.

Escribo. Vivo en las ciudades grandes. Sigo enfrascado en tantas cosas y aun sigo pensando en proyectos más ambiciosos a futuro. Hago todo esto porque amo. Amo lo que quiero, y lo que quiero está acá ahora. Pero ¿qué te puedo decir? Esto es muy relativo y todo esto te viene a su tiempo. Nada es inmediato.

A veces, es bueno escuchar mucho a nuestros padres y seguir su consejo. Ellos nos quieren (...), PLANTÉALES LO QUE TÚ PIENSAS. Lo que quieres estudiar; yo sé que te van a apoyar. Ahora, a tu edad necesitas UNA BASE para empezar en este gran mundo de los adultos. No desaproveches (...) el apoyo de tus padres. Uno nunca sabe hasta cuándo nos van a acompañar. Lo mejor es ser grato con ellos.

Tenemos algo que cualquier persona que conozco por más dinero y posición social desearía, (...)esto es la juventud. Ese es el mejor tesoro de la vida. Pero esta bella etapa, que tanta amaba Wilde, en su forma más interna convertida en Dorian Gray y que trató de retener su amigo y  pintor Basil Hallward en un lienzo a la fuerza. No fue suficiente. Dorian comienza a convencerse de que la belleza es lo único que vale la pena tener en la vida y desea que el retrato, que Basil está pintando, envejezca en su lugar.Esto era imposible. Es la naturaleza de la vida. La juventud es efímera, pasa rápido. Debemos aprovecharla al máximo. Lo demás vendrá por añadidura.

(...)

NUNCA DESAPROVECHES NINGUNA OPORTUNIDAD POR MÁS PEQUEÑA QUE SEA. Recuerda que al final del túnel siempre hay una luz para nosotros. Espero que estas experiencias personales. Te sirvan para meditar. No busco imponerte nada ni dar la solución a tu gran problema. Sólo quiero contarte mi experiencia, PORQUE UNA VEZ FUI ADOLESCENTE y si en algo puedo ayudar en buena hora.

Escríbeme cuando puedas para saber cómo te está yendo. Si en algo puedo ayudar cuenta conmigo. Con la mayor estima. Espero que reflexiones antes de tomar una acción. Algún día tú también querrás lo mejor para tus hijos. Nunca tomes una decisión con la furia contenida. Sé paciente. Toma las cosas con calma y escucha. En el diálogo correcto está el entendimiento. Hasta pronto.

***

Este diálogo descrito en la presente carta nació una tarde de abril cuando el autor estuvo enfrascado en tantas cosas. El autor quedó muy agradecido con la linda persona que inspiró estas palabras, que no persigue otro fin más que brindar una respuesta hacia una pregunta. De su puño y letra sólo me tomé el trabajo de transcribirla, agregué algunos ligeros episodios del autor Oscar Wilde, respetando la intención del autor, claro está. Ya que siempre he sido respetuoso de los derechos de autor. Conozco al autor de este escrito, y sé que donde quiera que esté siempre estará orgulloso de haber sido convencido para compartirlo.

Víctor Abraham les saluda

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