Sensibilidad de los "Abandonados"



Estuve visitando páginas blog por la mañana y me encontré con un escrito sugerido. Llevaba por título: “Abandonados”, cuya autoría intelectual corresponde a Haneylyn Moreno Miranda, joven educadora y poetisa trujillana. Al leer el documento me trajo a la mente algunos versos de Vallejo escritos en “Los Heraldos Negros” de 1918; cito aquéllos, relevantes para esta apreciación:


 Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo/ las cavernas crueles de mi ingratitud; / mi bloque de hielo sobre su amapola, /más fuerte que su "No seas así!" (…)



Esta pequeña evocación exclamativa: "No seas así! ", pareciera ser que recobra la misma intencionalidad de evocar a un ser querido “hasta los huesos”, que ya no está. Recobra aire en los sonoros “ya pues” del relato. Preciso que alrededor de esta frase se tejen las nostalgias escritas. El fondo es muy profundo.


y de pronto tus sonoros “ya pues” se convirtieron como oración en mis frases.

En momentos de nostalgia se busca un espacio para estar a solas consigo mismo y evocar las memorias de algún remoto pasado. En Vallejo, este espacio está presente en:


Es el rincón / donde a tu lado, leí una noche, / entre tus tiernos puntos/ un cuento de Daudet.


En el relato:


Y yo aquí asustada, sentada en un rinconcito de nuestras vidas,…


Son dos detalles que he extraído, como podría seguir haciéndolo; aunque prefiero omitir para no extender esta apreciación.


En conclusión, el motivo de redactar este escrito mío no persigue otro que de valorar la calidad literaria que hay en otros jóvenes tan buenos para la poesía como para la prosa poética.


Sin duda es harto rescatable la sinceridad con la que ha sido redactado este trabajo “Abandonados”. Hay calidad en las relaciones metafóricas que aparecen conectadas en el escrito. Hay sensibilidad, eso está demás decirlo. Es bueno remarcar que los escritos deberían tender más a una postura vitalista. Aunque la tendencia es respetable y considerable en muchos casos. Hay mucha presencia de la noche, de la lugubridad, de una emoción muy doliente. Es bueno hasta un cierto punto porque hace del escrito una experiencia única.


Indudablemente que fortalezas hay muchas, las que preferiría citar entre ellas:


eras como una noche en estupor(...)


Y yo aquí asustada, sentada en un rinconcito de nuestras vidas, (...)



tratando de besar tus imperfecciones para no molestarme conmigo. (...)



la vida esta vez nos entregó un sonrisa de plazuela provinciana (...)



ver vivir un cadáver,(...)


A continuación me permito extraer, bajo autorización de la autora, este pequeño fragmento, precedido por un epígrafe de Gioconda Belli.


Cada noche vendrá un poema a hacerme compañía, qué es lo que hay… y cambio nuestras ilusiones por tempestades afrodisiacas y lejanas….

Y Tu amor vendrá como una tormenta de nuevo y yo sin saber hacia dónde correr, antes eras como una noche en estupor ahora que no estás. Siempre me siento como una sombra sin esperanza. (…), respirándote lentamente hasta tragarte. Y de pronto quisiste treparte en la locación del infierno para poder conversar con las vampiresas dementes que siempre andaban ensangrentando cuerpos. Y yo aquí asustada, sentada en un rinconcito de nuestras vidas, y de pronto tus sonoros “ya pues” se convirtieron como oración en mis frases.

Si tú no vuelves… otra vez sentiré como arde cuando no importa nada… y otra vez… así de grande sumergiéndose en mi rostro latiendo impotencia. Hoy no lo sé. (No es bueno escribir tan triste…)


Muy buen trabajo Haneylyn Moreno Miranda. Gracias por compartirlo.


La historia completa está en:
http://dragonazul.obolog.com/abandonados-1192767

Desde la Civdad de Los Reyes del Perv.
Víctor Abraham les saluda

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