Preliminares sobre un DRAMA EN TORNO A UN ÚNICO HOMBRE

LA MAYOR CUESTIÓN: LA VIDA


(DRAMA EN TORNO A UN ÚNICO HOMBRE)

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PRELIMINARES*


La acción tiene como escenarios únicos: LA HABITACIÓN Y EL COMEDOR. Ésta, se desarrolla en cuatro actos, separados cada par por un ACTO MEDIO O ENTREACTO. Es necesario juzgar la importancia de éste último. Los actos uno y tres tienen como escenario en común y único: el primero, mientras que los actos dos y cuatro tienen como único escenario: el segundo. El ACTO INTERMEDIO O ENTREACTO separa los actos uno y dos, de los actos tres y cuatro, y tiene como escenario único un espacio onírico: el inconsciente del hombre, actor principal; por eso debe tratarse por separado, y no llevar numeración en el texto para no ser encasillado dentro del drama, puesto que tranquilamente podría funcionar como acto único. Su dependencia estructural a la acción está más bien condicionada por el respaldo que pueda brindar ésta a los demás actos, ya que la finalidad de ser escrita descansa sobre la base de enriquecer el significado de los actos uno, dos, tres y cuatro. Un fin de semana es el tiempo en el que transcurre la acción, comienza un día viernes a las seis de la tarde, y se prolonga hasta el día domingo a las cuatro de la madrugada. El contexto social es el actual. El lugar es la ciudad capital donde se suele escuchar una relativa bulla; ahí se oyen cláxones, se avistan muchedumbres con diversas caracterologías, se perciben lloviznas continuas y perennes fríos estrambóticos. Durante la acción no hay llantos, salvo algunas alegrías tristes. Existen cuatro actores, quienes ya de por sí con sus acciones se han declarado humanos, aunque ellos mismos lo ignoran, o se niegan a admitirlo: La madre, la sílfide, el materialista y el vendedor. No hay otros actores posibles de humanizar, salvo tres: el arrendatario, el empresario y el idealista. De los demás participantes, se duda su existencia, aunque se presume que su presencia, al menos forzada a hacerse física, sólo encierra un fin en la acción y es la de mostrar las circunstancias múltiples que acechan al hombre. La acción es por momentos tensa y cuestionada; los demás sólo fluyen como el tiempo y se escurren como el agua sin dirección precisa, salvo que intentemos direccionarla, pero no, así no podría ser, de allí la importancia de la libertad de los personajes.

(*) Estas líneas son parte de los preliminares de un drama que vengo escribiendo últimamente, igual pensé conveniente compartirlo por el significado que encierra.

Desde Lima, ciudad capital del Perú
Mario Aguilar Rodríguez les saluda

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