Soñar: una responsabilidad compartida y necesaria.
Anoche estaba con un amigo debatiendo temas tan sustanciales, mientras esperábamos la cena. Defendía mi posición respecto a lo que pensaba, las trivialidades que son tomadas como trascendentes, Pirandello, Sartre, Camus, aspectos del 30 o del 50, ideas de hombres idealistas, concreción de las ideas, posibilidades de ser un idealista hoy en día, rol de la sociedad actual, hombres que se adelantaron a su tiempo, hombres que nacieron a destiempo, valores, la vida, ficción, cambios educacionales, cambios generacionales, fama, gloria, poder, trascendencia, etc...; de pronto un hombre que estaba a nuestro lado, en la mesa contigua, irrumpió nuestra conversación y refiriéndose a mí dijo: "Disculpe, pero estuve atento a su diálogo, y déjeme decirle que lo que plantea está bien, es perfecto, pero lamentablemente nunca se da en la realidad."
Me dejó pensando esta respuesta inesperada. Mi amigo me dijo, "los tiempos han cambiado, y las utopías y las ideas han cambiado con ellos (los tiempos)"; me invitó a darme cuenta de ello.
La verdad, es curioso que en esta semana última tres personas me hayan referido lo mismo, diciéndome que todo es ahora distinto, que las cosas son ahora distintas y que debo orientar mis ideas a los cambios presentes. La verdad, en parte tal vez tengan razón, la sociedad sí ha cambiado, hay muchas cosas positivas, tal vez el mayor logro sea el acortamiento de la comunicación a pesar de la distancia gracias a las redes sociales, el acceso a la información del momento, el juicio crítico que se va formando en muchos jóvenes interesados en ser parte de un cambio, y muchos otros indicadores que presumirían un avance. Bien por ello. Sin embargo, se ha dejado de lado el aspecto realmente humano de las personas, cuya esencia ha quedado a merced de la tecnología y del boom comercial consumista; tal vez por eso no sea que no se percibe un vislumbramiento de cambios, salvo éstos, los tecnológicos, (triste consuelo, de los cambios humanos); tal vez tengan razón son otros tiempos, sin embargo a mi honesto juicio no puedo hacerme a la idea que todo está bien, que las cosas marchan bien, cuando en realidad parece ser que la brújula está desorientada y componerla o en todo caso reorientarla es tarea nuestra: de nuestra colectividad. Pero, en sobremanera es la tarea de cada uno de nosotros, según sea el bando en el que estemos.
Concluyo todo esto, afirmando que el papel motivador, orientador, esperanzador, caritativo, en fin humano; no debe detenerse nunca. Nunca se ha detenido, ni se detendrá. Pienso que mientras haya hombres y mujeres dispuestos a seguir soñando, estos papeles siempre vivirán. La Humanidad vivirá así estos hombres jamás lleguen a ver lo que soñaron. No importa, otros lo verán. Ya dije una vez y lo ratifico, "que es el tiempo que dará la razón a quien deba dar. El triunfo será al final de los soñadores. Los conjuntos de las utopías más grandes están allí frente a nosotros, esperándonos."
Marcamos la diferencia, cuando nuestros actos diarios son hechos con pasión y con honestidad, cuando hacemos de estas variantes nuestras constantes de vida. Marcamos la diferencia cuando hacemos nuestro, el lema: "Piensa con la razón, pero elige con el corazón". En suma, marcamos la diferencia cuando somos nosotros mismos, sólo que un poquito mejor.

veces has sonreído hoy?, o mejor dicho para que me entiendas porque ya es otro día, ¿cuántas veces estas dispuesta a sonreír hoy? No importa si fue ayer, si es hoy o si es mañana, no importa en realidad eso, lo que importa es que sonrías siempre. Sonríe siempre, y yo estaré feliz de que lo hagas. Saludos totales para todos y para todas.
Pintar mariposas en la oscuridad, será realidad...
Víctor Abraham les saluda.
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