Nunca seremos lo que quieren que seamos. Crónica para una despedida.

Escogí esta frase para titular la presente crónica de fin de año porque considero importante reflexionarla. Expresión que nos invita a ser auténticos y firmes en nuestros actos. Esta frase no es mía, corresponde más bien a una gentil persona que sin saberlo me hizo entender la importancia de mi trabajo, el porqué de seguir apostando por una generación que a diario espera su momento, a ellos les digo: Paciencia jóvenes, ya llegará nuestro tiempo, por ahora nuestro trabajo arduo ha de ser el estudio y la preparación constante. Sigamos haciendo lo que mejor sabemos hacer: sigamos leyendo, soñando y escribiendo, pero sobre todo viviendo dentro de nuestra propia firmeza de palabra. Los caminos más difíciles de caminar son los de la verdad y la honestidad. ¡Gracias linda persona!

Sobre las reflexiones primeras

A puertas de cerrar un año, es necesario detenerse a pensar en qué aspectos hemos avanzado y en qué aspectos aún hemos de seguir avanzando.

Pensar, en los múltiples ofrecimientos que hemos hecho: los que se han cumplido, y los que esperan aún de nosotros porque sin dudas, cuando prometemos algo debemos cumplir. Sigamos haciendo grandes cosas. Sigamos impulsando las bondades correctas y corrijamos otras. Todos nos equivocamos.

Pensar, en las sonrisas y momentos agradables que hemos podido generar en los demás. Pensar en aquéllos que sin esperar mucho de nosotros las recibieron, pero también en aquéllos a los que aún no hemos podido hacer llegar motivos suficientes para hacerlos sonreír. Pienso, que la distancia y la escasez de tiempo no son excusas; expresaba alguien en algún libro que no logro recordar, “una sonrisa, no cuesta nada, pero puede todo”. Personalmente, estoy convencido que una sonrisa al igual que un saludo reconfortan. Un buenos días, dice mucho de nosotros, impulsa el día del que lo oye.

Pensar, en tantas cosas que nos han sucedido, y que a pesar de nuestros reniegos sirvieron no para algo, sino para mucho.

Sobre la apuesta por una nueva generación

Pensar, en las personas que aún esperan de nosotros, que aún confían en nosotros, pero ser conscientes también que sin ellos nuestra vida no tendría sentido. Hay muchas personas pequeñas que merecen también respeto a sus individualidades, confianza en lo que hacen, y porque no elogios tan iguales como a veces damos a los mayores y renombrados. Seamos justos y veamos también en ellos talentos y habilidades. Si hay algo que debo resaltar este año, es el aporte de muchos jóvenes y adolescentes destacados que a pesar de su corta experiencia y edad nos han hecho pensar, e incluso replantear la forma como veíamos el mundo. Jóvenes talentosos los hay, en mi generación hay muchos, pero debo reconocer que tras de la mía, hay más.

Una fría noche, de setiembre, aún recuerdo todo con vívida nitidez, yo aún bordeaba los 15, por esos años prestaba servicio voluntario en una iglesia cercana a casa en la cual me desempeñaba como catequista (trabajo, que describo como maestro de preparación religiosa, o algo así). En una de esas tantas veces al llegar a casa mi padre, tal vez al ver mi cansancio, me dijo: “Tienes un gran trabajo que el destino te ha puesto, y ese es el trabajo con los niños. Siempre da lo mejor a ellos, dedícales tu tiempo, y ayúdalos cuando puedas, nunca los abandones, sé firme en tu lucha por ellos.” Han pasado catorce años desde entonces años, esos niños hoy los veo reflejados no solamente en una iglesia, sino en escuelas, en centros, en calles, en grupos, en redes sociales, en manifestaciones y protestas sociales, en universidades, institutos y academias, fuera y dentro de mi patria. Los hay y muchos. Tengamos presente esto.

Mantengo vivas mis esperanzas en ellos. Como ya he dicho, apuesto por mi generación y por la que está tras la mía, seguiré haciéndolo porque pienso que nuestra sociedad empezará a verse distinta en la medida que también apueste por sus jóvenes, por sus adolescentes y por sus niños y niñas. Las sociedades, en general, que entiendan esto, que comprendan lo que yo llamo necesidad de un cambio generacional empezarán a verse distintas , con un rostro más joven y progresista, y con una consciencia más limpia y honesta, ya que se verán contagiadas por estos detalles que algunos equivocadamente muchas veces menospreciamos y vemos como imposible. Si mi tesis es correcta las sociedades que entiendan esto, empezaran a abrirse cada vez más a los cambios, a los cuestionamientos, a la rebeldía sana, a la esperanza, a la fe de ver y creer, a la solidaridad, a los sueños, a los ideales, a los valores, a los sentimientos nobles, a los afectos, a la fraternidad, al amor, a las posibilidades. ¿Pero, donde queda el papel de los mayores?, pienso que en el ejemplo y en la preocupación constante por atender mejor a los talentos de estos muchachos, promoviéndolos.

Sobre la trascendencia

Iván Bunin escribió una vez desde el exilio: “No existe en nosotros el sentido de nuestro origen y de nuestro fin.” Francamente, que esto me lleva a pensar que si hay algo que debemos entender los Seres Humanos es que somos seres efímeros, somos coleccionadores de momentos, somos arenas al viento que se esparcen, somos agua que discurre, somos fe que mueve voluntades, somos hombres, somos mujeres, somos jóvenes, somos viejos, somos unos, somos muchos, no importa estas particularidades, lo importante es que somos, somos inmensos. Entendamos bien esto, somos inmensos. Por eso, cuidemos y respetemos nuestra propia vida.

Es tan difícil dar lo que no se tiene, sin embargo, sí hay algo que podemos dar los seres humanos, y esto es amor, porque sencillamente hemos sido creados por amor. Este mismo escritor ruso afirmaba que “las cosas y las obras que no están escritas se hallan recubiertas de tinieblas y entregadas al sepulcro sin memoria; en cambio, aquéllas que fueron escritas se hallan como vivificadas. “ Por eso, la vida que tenemos es el mayor regalo, y es menester nuestro dejar en ella nuestra huella, ya sea con palabras, con acciones materiales o con obras, acerquémonos a la trascendencia, a ver nuestra vida no como mediática, sino como necesaria.

Sobre los pequeños seres

He llegado a pensar que los seres humanos somos tan impredecibles como el destino que nos toca vivir, y sin embargo allí estamos. Estamos compartiendo nuestro espacio con otros seres que también merecen nuestra mayor atención, me refiero a los de la escala animal más inferior, cuidemos de ellos también. Mis saludos totales a aquéllas personas que este año han desplegado sus esfuerzos para hacer respetar el derecho animal. Desde distintas tribunas, con pancartas, de pie dedicando tiempo y sacrificio. Entendí este año, tras una noche maravillosa de diciembre que los más pequeños siempre serán los más importantes. Debe ser así, invoco a todos los lectores de esta crónica a tener en cuenta esto.

Sin duda que seguiría hablando en la mente agradecido de todo ello, pero siento que me extendería más de lo que debo y lo que debe significar esta crónica. Gracias a todos ustedes por tratar de hacer desde donde han estado una sociedad mejor, más humana y abierta al progreso colectivo. Agradezco a todos de manera muy amplia.

Sobre las esperanzas finales

Sólo me queda por reafirmar que: “El éxito llega cuando menos lo esperamos y creo firmemente que es fruto de nuestra constancia y perseverancia en sobremanera. Así como cabe necesario siempre ponernos a realizar un balance sobre lo que ya pasó y sobre lo que vendrá más adelante. El reflexionar es importante.”

Jóvenes, recordemos que la deshumanidad, la intolerancia y la brutalidad no pueden vencer a los nobles sentimientos y bondades del hombre y de la mujer. La vida antes que la muerte. La sonrisa antes que la tristeza. La emoción antes que el cálculo frívolo y trivial. Lo plural ante lo singular. El amor ante el encono. La solidaridad total, total. Ese es el mundo que debemos buscar, ayudémonos todos y démonos fortaleza. La meta es larga, pero no imposible. En un centenar de veces he escuchado decir que los seres humanos estamos predestinados para hacer tales o cuales cosas. Me conformo con que nuestros actos sean positivos, que enorgullezcan a otros, y que mejor si son quienes queremos y amamos. Recordemos muchachos, nobles obreros del conocimiento las palabras del gran Alexander Solzhenitsin, “Combatir la violencia combatiendo para ello la falsedad, porque se apoyan entre sí. En la lucha contra la falsedad, el arte siempre vence".

Hermanos de la literatura, académicos o no académicos, recordemos que la misión real de un escritor es la de explicar los múltiples sucesos de su tiempo de artista según su punto de vista, y de expresar estos pensamientos y sentimientos a los hombres y mujeres de su contexto, y a las generaciones que han de venir tras estos. Somos diferentes, lo sé, siempre lo he sabido; sin embargo no es obligación nuestra encajar en la sociedad. Es nuestra obligación más bien aportar con nuestra diferencia a ella. Aportamos siendo auténticos, distintos, y por supuesto marcando la diferencia, aunque esto requiera nuestro mayor esfuerzo. La esencia real del arte está en la sensibilidad social de artista.

Estimados padres y madres, recordemos que en un mundo cada vez más disociado y estrafalario por la multiplicidad de compromisos, con menos tiempo para vivir realmente lo que se puede vivir, y con más problemas que el que vivieron nuestros abuelos, quienes todavía dicen melancólicamente con nostalgia: "El tiempo pasado fue mejor"; hoy más que nunca, se hace imperante la convivencia familiar.

Estimados amigos y colaboradores, alumnos míos muchos, que han seguido atentamente mis escritos. Me debo mucho a ustedes, no sería lo que soy, sino los tuviera conmigo. A ustedes les pido seguir dando lo mejor siempre, dando lo que otros no pueden dar, ¿y saben por qué?... porque sencillamente ustedes son diferentes. Me llena el sentimiento reconfortante de haberlos encontrado, y en otros afianzado su amistad. Mil gracias. Trasmitan lo que piensen, no restrinjan sus emociones ni sus opiniones a pesar de las duras e incomprensivas críticas diarias. Ese es el camino correcto de los que se atreven a marcar la diferencia.



Entrañablemente para todos de manera abierta y sin medida un afectuoso saludo desde donde me encuentre, sea cercano o lejano a cada uno de ustedes. Sendas reflexiones por el año que se va y venturosas satisfacciones por el año que viene. Que estas fechas hagamos regalos que realmente valgan la pena. Que trasmitan amor y que cimenten amor. Sigamos apostando por la unidad, por el cambio para bien y por la tolerancia siempre. No a la violencia, sí a la paz. Éxitos.





Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.

Comentarios

  1. Gracias por siempre transmitir tus mensajes, un abrazo.

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  2. muy bonito. Gracias por orientar a la generación a luchar por los derechos de los Animales. ¡nuevamente gracias!

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    1. Creo que este compromiso lo asumí de modo muy personal, el día en que vi también tu preocupación por la vida. Eres lo mejor, y vales por mil, nunca lo olvides.

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  3. Gracias a ustedes, son todo lo que un pobre joven soñador puede pedir, personas generosas en sus palabras. Mil gracias a las dos.

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  4. Que las letras no callen..., mientras cobijan gritos de la Generación Desconocida.

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