Patria

Hoy por hoy, siento que mi patria es una y a la vez muchas, siento que mi tierra es única e indisoluble, sin embargo dispar. Mi patria es una lengua, esa que me ha permitido comunicar todo lo comunicable. He aprendido a definir mi patria más por experiencia que por conocimiento geográfico y cívico. He aprendido  que mi patria no es una sola, no es simplemente la tierra en la que he andado, sino las muchas tierras que he podido andar y seguiré andando.


La patria más que un pedazo de territorio como me la enseñaron a ver en la escuela, es un sentimiento. Mi patria es grande, es pequeña.  Es un país en el que nací, es un pequeño poblado donde me crié, es una capital que me albergó, una enorme ciudad que me regaló a puñados amigos, es un café en Santiago, es una tarde en el Mapocho, es un pedacito de tarde mirando el vasto mar del Caribe, es dormir en el V Centenario, o dormir en una residencia universitaria. Patria es una iglesia en la que pedí una noche por regresar a casa, es recorrer las interminables calles universitarias de una universidad centroamericana. Es  estar caminando por la Alameda, por Buenos Aires, por Trujillo, por la bohémica Quilca. Es recorrer provincias cercanas y lejanas en donde resido, aunque sea por esporádicos tiempos. Son los múltiples seres que he conocido, y que también he perdido, camaradas con los que he compartido.


Patria, es tierra, pero también mar, es hombres y mujeres unidas por un solo sentimiento o tal vez por un sólo destino. Son sus gentes, y sus miles de talentosos jóvenes. Patria, es un nombre singular en su acepción sustantiva, sin embargo plural en su acepción de colectiva pertenencia. Patria es morada. Patria es Todo. Patria es concepto abstracto, pero verdadero suelo.  Patria es continente sin fronteras. Es caminar orillas de mares anchas e interminables y subir cerros resecos, es aspirar  de madrugada libres vientos. Es recorrer las hospitalarias calles de Breña y pararse de pronto a pensar en el otro día. Patria es el cuarto donde vivo y el enorme hotel que fuera de mi tierra me ha acogido.


Patria es estar dispuesto a defender lo suyo, y a ser embajador sin realmente ser nombrado. Patria es bailar tanto una cueca como marinera. Patria más que país, es un suelo donde comprendí un día que vivían miles de hombres blancos, morenos y negros. Patria es cantar un mismo himno, un himno de paz.


Patria es un bello verso en las lágrimas de un poeta nacionalista, como también un severo manifiesto en una manifestación social de la Plaza Baquedano. Patria es un libro abierto. Patria es más que un confín delimitado. Patria es llevar una ciudadanía afuera mediante un pasaporte, pero más que eso mediante la fisionomía física y el acento expresivo. Patria es aprendizaje y recuerdos. Es comer alegremente una deliciosa sopaipilla en la Av Vicuña Mackenna y sorber tibiamente un café con un amigo peruano afuera.


Patria es un abrazo sentido de un extranjero -que sin darte cuenta- una tarde de primavera lo sentiste como hermano y amigo. Patria es reír y trabajar, tanto afuera como adentro de tu círculo circunscrito. Patria es lo que vive toda mujer y hombre. Patria es mirar de frente y reconocer la acción buena de un amigo. Patria es mirar y quedar impresionado. Patria es lugar. Patria es estar aquí, y estar allá mismo. Patria es mucho más y algo de ello.
Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.

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