Ir por allí, feliz por el mundo...


Ir por allí feliz por el mundo. 


  • Desprendernos de articulos viejos, como por ejemplo: ropa, enseres, muebles, en fin objetos que ya no usemos, o sencillamente prescindamos de su utilidad. Donarlos, venderlos o regalarlos si es que están aún en buen estado, si no mejor desecharlos. Así damos lugar a lo nuevo en nuestra vida.
  • Repetir afirmaciones que aumente la estima.
  • Aliviar la tarea de nuestros compañeros de trabajo, o de estudio, si nos es posible.
  • Compartir con los padres, hermanos, hijos, nietos u otros parientes momentos placenteros, recordando que con ellos nos toca vivir una experiencia ineludible debido a los lazos sanguíneos que nos unen.

Compartir con los padres, hermanos, hijos, nietos u otros parientes momentos placenteros, recordando que con ellos nos toca vivir una experiencia ineludible debido a los lazos sanguíneos que nos unen.

  • Fomentar pensamientos y diálogos de paz, amor y armonía. Evitar criticar, quejarse o decir cosas negativas.
  • Practicar alguna actividad física que ayude a relajar las tensiones y a mantener la tonicidad muscular.
  • Ofrecer ayuda desinteresada a alguien que la necesite, nunca sabemos cuando seremos oportunos. No dudemos de nuestra solidaridad jamás, ni mezquinemos nuestras acciones.
  • Colaborar con las personas más cercanas. Es más fácil hacer el bien a personas desconocidas que a otras que están más cerca. Detrás cada nueva amistad siempre hay un exquisito aprendizaje.

Decir palabras de amor y expresar cariño abiertamente.

  • Abrazar abiertamente a nuestros seres queridos y decirles te amo, te quiero, te necesito, o lo más lindo que se nos ocurra.
  • Reírnos y hacer reír a los demás.
  • Saludar con respeto y cariño a cada persona que encontremos en nuestro camino.
  • Perder el miedo a los extraños y aprender a reconocer como hermanos a los demás.

No esperar una fecha especial, hacer un alto para compartir un dulce gesto.

  • Leer libros de autoayuda, curación, espiritualidad, salud, o cualquier otro material que nos ayude a vivir mejor.
  • Colaborar con nuestro barrio, municipio o ciudad para hacer que nuestro lugar de residencia sea cada día más hermoso, pacífico y amistoso.
  • Expresar nuestra propuesta hacia el desarrollo nuclear o hacia actividades que sigan contaminando o destruyendo el planeta.
  • Asistir a cursos, conferencias, charlas o participar en grupos positivos.

Vivan su propia vida. Deben ser paredes en las que la pelota del desaliento rebote. Paredes en las que cualquier pelota lanzada con mala intención también rebote. Tomen la iniciativa siempre de obrar por el bien.

  • Colaborar con las entidades que apoyen la vida.
  • Felicitar a los demás por sus éxitos y alentarlos a crecer.
  • Enseñar a los demás el arte de ser felices por medio de la actitud mental, de las palabras y del ejemplo.
  • Reconocer las virtudes ajenas y estimar a las personas para que las expresen.

Escribir cartas con noticias positivas y mensajes de cariño a aquéllas personas que hace tiempo no escribimos.


  • Si vives en medio de gente sonriente, dichosa y bondadosa, no tardarás en hallarte andando el mismo camino.
  • Tratar de ver siempre el lado bueno de las cosas, alabarlo siempre. Recuerda que incluso hasta en los momentos más difusos siempre hay cosas positivas.
  • Conservar limpio nuestro lugar de trabajo, nuestra casa, nuestra oficina. Ayudar a mejorar el entorno en todo lo que sea posible. Evitar producir basura`.
  • Plantar árboles y regarlos. Favorecer a la naturaleza y a su crecimiento en aquello que esté a nuestro alcance.

Creer en Dios y en el hombre. Decretar pensamientos de paz universal.


  • Tomarse un tiempo parta relajarse y meditar.
  • Celebrar cada día un nuevo motivo de alegría, no importa si es corto o duradero
  • Pensar que los sentimientos ajenos son tan propios como los nuestros.
  • Escribir cualquier ocurrencia del día, aunque sea pequeña, pero escribirla. 




    Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
    Víctor Abraham les saluda.

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