El crimen de los poderosos


Mientras se toman  la última copa de un vino francés, al final de la cena, tres elegantes ejecutivos se lamentan por la inseguridad en las calles y la ineficiencia del Gobierno ante el crimen organizado y el terrorismo. Luego, recuerdan la sobrecarga del Poder Judicial y siguen en sus críticas hasta llegar a Vladimiro Montesinos. De regreso a casa, uno de ellos le da "un sencillito" al policía que lo detuvo por pasarse una luz roja y manejar en estado de ebriedad. Al día siguinte, los otros dos autorizan la emisión de unas facturas por montos menores  al valor real del pedido estipulado en la orden de compra, convencidos de que no hacen nada denigrante y que el apelativo de "delincuentes de cuello blanco" no calza con ellos.

Decidí transcribir este pequeño relato, del artículo: Un ladrón entre nosotros, perteneciente a la periodista Marcela Mendoza Riofrío, el mismo que apareciera este último domingo dentro del Suplemento Portafolio economico del diario El Comercio. Dicho artículo hace un interesante análisis sobre la red delictiva que se entreteje al interior de los negocios, en muchos casos donde corrupción, estafas, cobros e incentivos inadecuados imperan por encima del orden establecido llegando así a suponerse que los gobiernos pasan, sin embargo los malos empresarios subsisten.

Como es sabido y también afirmado por la citada periodista, muchos abogados penalistas empresariales del país tienen entre sus clientes a malos empresarios quienes usan su inmenso poder para corromper todo orden establecido. El problema es que dicho poder es tan perjudicial, que no sólo compra "honestidades" de un sector político de la población, por mencionar autoridades regionales que reciben buenas cuotas por respaldar trabajos ilícitos, - un ejemplo claro, la mineria informal -, no, allí no termina el problema, sino que este se agudiza cuando el ciudadano común y corriente también se perjudica, y por ende llegan los reclamos airados. ¿Culpa de quién?

El Perú, que dicho sea de paso está atravesando por un apogeo económico muy importante, - eso no está en discusión, pienso sin embargo que sí están en total discución: los grandes comercios informales, los contadores de las trasnacionales que descuentan los impuestos en las facturas y libros contables, sin embargo de olvidan de pagarlos a la SUNAT (Organismo encargado de la recaudación de impuestos en el país), y aquellos que facturan menos de lo que venden o simulan facturas mayores a las ventas reales-.

UN PROBLEMA LLAMADO CORRUPCIÓN

Pagos extraoficiales para concretar negocios "rentables", -en la gran mayoría en las regiones al interior del país-; coimeros cotidianos que no escatiman en usar medios ilícitos si es necesario; "visitadores" que regalan semanas de estadía completas en Europa, -incluído el 5% de comisión-, o autos lujosos, a cambio de recomendar una medicina o elegir los libros de texto de terminada marca o selllo, que como es lógico garantizarán compras millonarias. ¡Arreglos insanos, injustos y demasiado estrafalarios para el común poblacional!

Resulta algo increíble que en el artículo, se precise que "en nuestro país dichos arreglos entre privados no están penados porque no afectan al bien común". Se añade luego, " Por ahora, sólo hay una sanción penal cuando, para ejecutar el soborno, se falsean los datos contables para disimular los pagos impropios..."

Por lo anteriormente expuesto, pienso, que aquí si hay un problema, el problema señores es que, no sólo indirectamente, sino también directamente afectan al bien común, ese "bien común" somos los trabajadores, ese "bien común" está reflejado luego, en el incremento de tazas altas de interés que terminamos pagándolas nosotros mismos - los ciudadanos de a pie-, ese "bien común" que escapa de los marcos legales burocráticos y está presente en las alzas en los mercados que hacen que cada vez más personas vivan de las tarjetas de créditos, y las inacabables cuotas de pagos cada vez más inconcebibles, debido a la imposibilidad de adquirir productos con dinero en efectivo. Estos arreglos entre pivados señores, sí que es un gran problema que afecta por consiguiente al "bien común", y por lo tanto debería estar penado en el Orden jurídico. Repito, totalmente penado.

OTRO PROBLEMA, EL FRAUDE

Otro dato que resulta tan escalofriante como el del párrafo anterior, es saber que de los 3 156 expedientes presentados, - y esto es sólo los principales-, por delito en la Corte Superior de Justicia de Lima entre enero del 2010 y marzo del 2012, los 2 530 fueron por estafa, o simplemente fraude. Esto realmente resulta inadmisible. Repito, inadmisible. ¡Qué podemos pedir entonces de la generación menor, aquélla que hoy se está formando en las escuelas de todo el suelo peruano cuando se ve por televisión a vista y paciencia tantos casos que quedan no del todo esclarecidos!

Realmente pienso que hay que reformular muchas cosas en el marco legal peruano, si realmente queremos que nuestro crecimiento económico del que hoy nos jactamos orgulllosos ante los ojos del mundo, sea también coherente con nuestro desarrollo formativo. Para eso se necesita notable y ejemplarmente mano dura y firme para romper este círculo vicioso por arriba y tumbar a los líderes que hoy están orquestando esta red de corrupción.

"NADIE DELINQUE PARA TENER PLATA BAJO EL COLCHÓN"

Ni que hablar de lavado de activos y mercadería de contrabando. Como afirma el señor Julio Rodríguez, del estudio Forsyth Abogados, quien afirma que "nadie delinque para tener plata bajo el colchón. Necesita lavar ese dinero sucio y lo hace -el mal empresario- con mucha destreza."

El artículo, deja claro además que más de un 25% del PBI (Producto Bruto Interno) proviene del narcotráfico. Realmente preocupante. Pero, en economía ¿qué es un PBI?, simplemente una medida agregada que expresa en términos macroeconómicos el valor monetario -dinero obtenido- de la producción de bienes y servicios finales de un país durante un período (normalmente, un año).

El mismo señor Julio Rodríguez,  agrega que: " además tenemos cientos de millones de dólares generados por el narcotráfico de órganos, trata de personas, contrabando de piezas artísticas y prostitución.". Las modalidades entonces para lavar estos malos dineros- según los abogados consultados en el artículo, van desde el consumo de miles de soles "sin factura" en restaurantes de lujo, el uso de "amigos" para compras masivas en tiendas, hasta la creación de "empresas fachada" que brindan servicios "un tanto filantrópicos".

Finalmente como diría el señor José Ugaz, del estudio Benites, y me parece la frase más lógica para cerrar este comentario el día de hoy, es que: "El delito económico es altísimo debido a que el sistema legal es como una telaraña que atrapa moscas, pero el águila pasa sin problemas. Aquí el empresario poderoso se ríe del sistema." Expresión, pienso yo, realmente cierta y de mucho cuidado. La pregunta final que lanzaría a los jóvenes y adolescentes de mi país sería ¿ De qué lado voy a estar yo dentro de este grave y crítico problema que afecta también al "bien común"?
Jóvenes, sin importar la carrera por la que optemos desarrollarnos profesionalemente, recordemos que nosotros somos libres de elegir la respuesta que creamos necesaria, sin embargo recordemos que tras una desición siempre habrá una consecuencia. ¡Buena suerte!

Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.

Fuente: Portafolio económico. Suplemento dominical del diario El Comercio. Domingo 15 de abril del 2012. Lima.Perú.

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