El siempre sensible Mario Benedetti: A propósito de su obra: "La Tregua".


Lunes 18 de marzo.
...Pero, además está el deber, el deber de padre y madre. Tendría que ser ambos a la vez y creo que no soy nada. Sentí que me extralimitaba cuando me oí preguntarle con tono admonitorio: "¿Qué anduviste haciendo?¿A dónde fuiste?" Entonces ella, mientras embadurnaba la tortada con manteca, me contestó: "¿Por qué te sentís obligado a hacerte el malo? Hay dos cosas de las cuales estamos seguros que nos tenemos cariño y que yo no estoy haciendo nada incorrecto." Estaba derrotado. Sin embargo agregué, nada más que para salvar apariencias: "Todo depende de qué entendés por incorrecto."

Lunes 3 de febrero.
Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano, y eso era amor.

Lunes 24 de febrero.
Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser felicidad.  Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más. 

De: La tregua. 1960.


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La Alianza Editorial, S.A., de Madrid ha resumido con estas palabras, la trama de esta historia:

Al borde de cumplir los cincuenta años y de jubilarse, Martín Santomé - viudo, contador, padre de tres hijos- emprende la aventura de escribir su diario personal. La rutina burocrática de su trabajo oficinesco, la coraza de su soledad por convicción, la acritud de de sus relaciones familiares y su indiferencia ante el tráfico de los recuerdos, todo ello se trastoca irremediablemente con la llegada de Avellaneda, una muchacha veinticinco años menor que él. Y así, en la batalla cotidiana de sus días, surge una tregua, que no es otra cosas que el hallazgo del amor que se esconde no detrás de las grandes palabras sino de una mano que se estira y alcanza la otra, de un brazo que tiene la virtud de ser el extremo más dulce de la tierra. La tregua es, sin duda, la novela más importante de Mario Benedetti y una de las obras esenciales de la narrativa latinoamericana contemporánea. La insólita ternura de la prosa de funcionario de Martín Santomé da el tono preciso a esta novela de amores encontrados y perdidos, de falsas y auténticas esperanzas.

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Hablar de La tregua, es hablar de una forma tierna de contar vivencias a modo de un diario personal. La trama escrita siempre en primera persona, deja ver un lenguaje sencillo, propiamente "uruguasho” e intimista que discurre entre el espíritu fatalista y el espíritu esperanzador, entre la alegría espontánea y la acción meditada, entre la reflexión y el cuestionamiento, entre el dar y el esperar, entre el ímpetu y el sosiego, entre la opción de encontrar por fin un motivo de vida y la absurda  resignación de no poder retenerla, entre el cariño verdadero - expresado en un inesperado "Te quiero" y la no aceptación inmediata- salvo, sea meditada . En fin, entre la oportunidad de tomar una tregua o sencillamente no creerla nuestra.

El autor nos presenta a través de su obra, una forma particular de ver un mundo tan real y crudo de la manera más objetiva y directa. Nos muestra una forma alternativa de encauzar cada momento nuestro, no dentro de un orden establecido como sería lo correcto, sino dentro de una mirada comprensiva que sólo se hace posible cuando el amor llega a ser el protagonista central entre los personajes de la trama.
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Cuando me acerqué por primera vez al espíritu sensible de Mario Benedetti fue a través de uno de sus poemas, aún lo recuerdo, "Te quiero". Desde entonces quedé muy impresionado con su sentir, impresionado por su forma de entender la vida. Una vida que muchas veces convive con mundo sincero y vagabundo.

Benedetti es un hombre que visiona un país en el que algún día su propia gente pueda vivir feliz, aunque no tenga permiso momentáneo para hacerlo. Es realmente admirable ver que ese espíritu noble quede reflejado a través de un pensamiento tan sencillo y honesto. Él cree en una mirada que mira y siembra futuro, en unas manos que trabajan por la justicia. Benedetti es ante todo ese enorme poeta, ese escritor inagotable que se las ingenió para incursionar en casi todos los géneros, ese periodista y militante político muy arraigado a la causa social de su país, Uruguay. Benedetti es ese hombre del exilio permanente - situación, que pienso le ayudó a afianzar ese espíritu humanista y social tan propio de su legado-.

Pueden descargar el libro en versión PDF. en la siguiente dirección:
ftp://wx3.ath.cx/%3ELibros/LaTregua_MarioBenedetti_Pdf[agujero]/Benedetti,%20Mario%20-%20La%20tregua.pdf







Desde Lima, ciudad capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.

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