Quién esté libre de pecado, tire la primera piedra: Mi apoyo a la alcaldesa de Lima. Sra. Susana Villarán

Me hice hace muchas semanas atrás una promesa conmigo mismo, la misma que consistía en mi justificado silencio- no, porque no me interese el asunto, sino porque estaba al margen de todo comicio electoral para este domingo 17, ya que mi destino de origen según mi documento de identidad no era Lima, sino Trujillo-, hecho que he cumplido hasta hoy de la forma más absoluta, sin embargo visto los últimos acontecimientos coyunturales me he visto en la necesidad imperiosa de romper este silencio mío y tomar una posición por una razón fundamental, porque amo a esta ciudad de la que tanto he aprendido y ha alimentado la mayor parte de mis vivencias, una ciudad que ha hecho de mí todo lo que soy.

Como decía estos últimos días se han agravado las cosas: lo que parecía un simple un juego malintencionado, hoy ha tomado tras un giro radical y grave una forma algo espantosa, porque no puede haber otro calificativo para esta cosa mal llamada REVOCATORIA, cosa - por cierto- que me parece insana y patética, y con la que algunos tras el cliché de "derecho democrático" se han tomado la atribución de manosear la honra de personas pertenecientes a ambos bandos que habiendo estado inmersas o no han terminado siendo vapuleados (ofensas por un lado, para los del "SI" y por el otro, para los del "NO"), me pregunto: qué está pasando, dónde está nuestro juicio lógico para dejarnos influenciar por estos dos monosílabos que al parecer gracias a sus gestores han puesto en tela de juicio otra vez nuestra precaria condición de discernimiento propio para evitar esto, sí, porque esto debió haberse evitado desde un inicio, aquí los culpables no son las personas de pie, sino lo malos administradores del pueblo, en fin.

Por otro lado, de qué democracia hablamos entonces, si no somos capaces de respetar una elección ya consumada, en la que paradógicamente muchos apoyaron mayoritariamente errada o certeramente justificada. Por lo que yo sé, los votantes son adultos, y cada quién es libre de hacer de su voto lo que desee y de elegir a quién cree más idóneo para un puesto público. Aunque esto último de idóneo pueda parecer un término falaz - casi utópico y hasta inocentón- en un contexto político en el que la enajenación moral y el deseo desmedido de poder campean sobre lo que debería ser un buen gobierno. He lamentado esto, tanto como he lamentado que a estas alturas sólo seamos capaces de recurrir al atropello y a la violencia verbal y peyorativa con el afán de menoscabar las consciencias de las personas. Creo que aún no hemos aprendido a convivir entre nosotros. Aquí el problema no está en que si alguien actuó mal, o si de dio cuenta tarde que debía actuar bien, no aquí no está la raíz del problema, sino en el egoísmo y el rencor con que muchos han actuado al sentirse despreciados o desairados, tal vez hasta incomodados. Es una lástima, entiendo. Entiendo, entiendo muy bien estas razones, sin embargo no justifico su tremenda maldad y mala fe de querer sumir a toda una ciudadanía al retraso total y al gasto oneroso innecesario y estúpido sólo por el puro berrinche pueril de satisfacción ególatra.

Creo que a estas alturas la pelota ya está en la cancha y rodando, y no es recomendable detener este juego, no ahora al menos, por la pérdida que significaría un stand by, justo ahora cuando más se necesita trabajar y recomponer las ausencias de las obras buenas por ahora ausentes, no dudo de la buena voluntad de este gobierno municipal para subsanar errores, gobierno que lamentablemente ha caído en el desprestigio y descrédito popular con justa razón, sin embargo como ya dije, y lo reafirmo con otras palabras que ya no estamos "para llorar sobre la leche derramada", no ya no estamos para eso, sino para responsablemente dejar trabajar a las personas que fueron elegidas para trabajar: "zapatero a su zapato", "contribuyentes a sus contribuciones", "empleados a su labor", y "administradores a su gestión". Deseo que este lunes 18 todo vuelva a la calma, que sea un día distinto, un día de cambios, y sobre todo un día para meditar y enrumbar el carro en beneficio de los demás.

Yo le digo Sí, a la señora alcaldesa Susana Villarán y extiendo mi apoyo a ella porque es una autoridad, y porque el principio de autoridad democrática verdadera debe ser respetada, y esto - créanme- es en la práctica respetar la democracia, nos guste o no, no quiero un desorden o un atraso, sí, un nuevo giro; por otro lado yo le digo No al APRA,  al FUJIMORISMO, y a la SOLIDARIDAD NACIONAL, partidos que jamás debieron hacer prevalecer su codicia mezquina - verdadera intención-  y que hoy más que nunca están a punto de consolidarla , aquí no está en cuestionamiento lo que convenga o no, a alguien como yo, a pocos como los otros, sino lo que convenga a todos, al pueblo de Lima, en primer lugar. INSTO  a amigos, estudiantes, familiares, y toda persona vecina en posibilidad de sufragar A HACER VOTO no reflexivo, sino decidido, decidido y convencido que lo que hoy más se necesita es bienestar, no malestar. OPTEMOS POR EL NO, al margen cualquier cartel o propaganda mediática. No hagamos leña del árbol caído, total, quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Agradezco y reconozco desde ya a todos aquellos estudiantes, amigos y amigas que han ayudado a conscientizar de la manera más estoica para que esta opción sea la que al final prevalezca, pidiéndoles no desistir en este último tramo que queda.  Para todos desde Lima, Ciudad Capital del Perú.

Víctor Abraham les saluda.


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