Sobrevivencia


Imagen extraída de: http://ginotubaro.com/el-nada/
En realidad - y no lo digo guiado por espíritu pesimista, sino por espíritu analista-, a veces francamente ya no estoy tan seguro del grado de honestidad y sinceridad fraternal que pueda existir al interior de las consciencias humanas, ya no sé si son válidas o no esas muestras reflejadas en esos abrazos, en esas sonrisas, en esas palabras "hermano", o en esos besos en la mejilla dados cada mañana, expresados cada tarde o brindados cada noche, he llegado a dudar de todo ello. Me parece que son menos que verdaderos; creo - y eso es lo que más me preocupa-, que más bien son meras formalidades frívolas que se dan por cumplimiento u obligación-, es lamentable. Sinceramente ya no sé si lo que cubre y recubre la piel de los buenos hombres y de las buenas mujeres sea del todo cierto. ¿Pero, que mueve a los individuos a actuar así? Se ve tanto como se siente mucho de lo que nos rodea, tanto que uno llega a dudar, a dudar pero de verdad, y sin embargo lo más absurdo resulte que se tenga que seguir necesitando de estas personas, de todas estas formas y maneras posibles, ya sea por pura etiqueta convencional, por un dinero, por un trabajo, por un ego, o por alguna apremiante necesidad de salvaguardar el día a día. Todo esto es - y resulta paradójico a veces-, lo sé, lo sé tanto como sé que está mal toda aceptación de cualquier convivencia frívola a la que sería mejor evitar. Pero entiendo, entiendo muy bien, que esta sea al fin y al cabo la más patética forma de sobrevivencia en un medio tan hostil como innecesario. Es probable finalmente creo, que esto no sea sino un mero reflejo más de esa pobreza emocional que envuelve a los individuos. 

Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.

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