Las cosas de los individuos
Ser hombre antes que poeta, y ser ciudadano
antes que ser escritor. Ser honesto antes que ser perfecto, y ser mejor
persona antes que ser cristiano. Preferir el silencio antes que
cualquier alegría hipócrita, y decir, decir lo que se piensa y expresar
lo que se siente antes que cualquier suposición absurda. Leer lo que
llegue a nuestras manos, no importa qué, pero leerlo al fin y al cabo. Y
dar amor, amor desinteresado, aunque parezca tonto y melodramático.
Volver a las memorias de nuestros
orígenes siempre que busquemos en ellas fortaleza para avanzar. Ayudar,
ayudar mucho en la medida que nos sea posible. Seguir los ejemplos de
los viejos maestros; y enseñar, enseñar aunque no se tenga nada previsto de por medio porque a veces los mayores aprendizajes son los menos
esperados. Anotar todo lo vivido, todo lo existencialmente vivido. Usar
como método de vida la franqueza. Optar por la sencillez porque pienso
que es un camino perfectivo. No olvidarse de Dios como fuerza creadora
de bien, ni alejarlo del pensamiento de los hombres y de las mujeres con
argucias tontas e infundamentadas. Servir, servir al próximo más
inmediato; y esperar con fe, trabajar por la fe, sumarse a la fe colectiva
para contrarrestar esa pobreza emocional que invade las consciencias. En
suma, ser cada día un mejor ser humano.
Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.
Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.
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