Apuntes del cuestionamiento

(Silencio...ensordecedor silencio...Shhh). Ella, ronda mi pensamientos, mis hablares, mis decires, mis afirmaciones y hasta mis respuestas. Debo a ella, a esa patética y diaria urgencia mía de buscar y de decir siempre la verdad. Ya no recuerdo desde cuando ha anidado ella en mí, en mi alma, en espacio moral, proveyéndome de características harto conocidas por ti. Te he defraudado, creo que te he defraudado, pero no porque me haya encarnado precisamente dentro de una mentira, sino porque he reducido y quemado en mí todo intento de aproximación a ésta. Tal vez muchos no entiendan esto, ni siquiera entiendan sólo eso, el intento por ser verdadero. Soy diferente, lo sé, lo sé ahora, total qué más da. Sucede que cuando miento me recrimino a mí mismo, me odio a mí mismo, me detesto a mí mismo. Sólo el hecho de pensar en hacerlo me produce, de pronto, la frustración, sí, sí, la más tristísima de las frustraciones que mi propia consciencia pueda soportar.
(De: Degradación humana. Lima. 2014)
Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.
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