Sujetos de lo cínico


Me imagino, si comparo diarios como el Trome con su siamés El Comercio - sólo por citar como muestra referencial- que son el anverso y reverso de una misma tara que en nada asumen una labor de conscientización, salvo notas excepcionales de algunos críticos, columnistas o analistas bien trabajadas léxicamente, pero que quedan allí nada más, en el snob, y que no son sino parte de este inmenso deseo por disfrazar eso que se conoce como cultura: es absurdo intentar arropar algo carente de esencia con una suerte de moda snobista llena de cultismos y modismos en donde se piensa que el saber y la creatividad sólo puede ser generado por snobs patéticos cuando la realidad es otra, cuando el vacío es inminente e innegable, esto - pienso- hace mucho daño al país entero porque lo divide y lo sesga indefectiblemente sumiéndonos en una especie de falsa consciencia ilustrada.
El problema mayor
Pero, el problema no queda allí, sino que esto queda diseminado en fideistas y seguidores que intentan hacer lo mismo, crear sus propios núcleos cerrados cayendo en el rechazo al otro, o bien asumiendo con un ironismo ilustrado estas falsas verdades, claro, alguien diría, "pero yo sólo veo por diversión, o porque me causa de pronto cierta gracia", sin embargo, intrínsecamente termina lactando de ese propio cinismo. Ejemplo de ello, los modelos alienantes, y angustias por no vivir como viven los "ídolos". Y sin embargo de algo estoy seguro, muy seguro y concuerdo con usted Sr. Brivio, conductor de uno de estos programas, oh, sí, concuerdo mucho con usted, en que la gente que más critica es la que más mira, y que tal vez esto, sea - merced de los muchos televidentes peruanos- una suerte de programa familiar (no dudo - y no me llama la atención que viviendo en esta época relativista y pragmática, algo no familiar sea tomado por ello). Tal vez, Sr. Brivio, tengan razón sus palabras, total, el sistema le faculta licencia para decir esto, empero si en algo debo discordar con usted, es que la población entiende, no es estúpida, sin embargo - y vuelvo al inicio de esta nota- el problema radica, no en usted, ni en sus muchachos, ni en el Sr. Benavides, sino en como se está estructurando el país - y quiénes lo están haciendo- para los próximos treinta años tal vez. No me imagino hoy, una sociedad carente totalmente de espíritu crítico, trato de ser optimista. Pero, esto ya no le compete sólo a un hombre, o tal vez a dos, o a tres, sino a una masa dispuesta a decir, basta ya.
Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.
tolerancia siempre amigo ... que el Perú es una mixtura de casos y cosas
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