La escritura de la memoria de Patrick Modiano

¿Qué significa que hoy, a primeras horas de la mañana el nombre del francés Patrick Modiano, haya dado la vuelta al mundo al ser el nuevo laureado por la Academia Sueca para este año 2014?

De 65 años, este escritor de padre judío italiano y madre belga inscribe su nombre al lado de los catorce franceses que le precedieron desde Sully Proudhome, en 1901, hasta Jean-Marie Gustave Le Clézio hace seis años, 2008. Sí, el premio Nobel de Literatura ha recaído hoy en este escritor que según la Svenska Akademien, ha llevado su escritura por una suerte de «contra historias», sí, contra historias  de varios barrios parisinos, muy marcados por catástrofes también históricas. El portal del diario español ABC.es , resume así parte de su trabajo, "El novelista se «pierde» corriendo tras las sombras de oscuros personajes cuyas ambigüedades hablan de las ambigüedades más atroces de personajes emblemáticos, protagonistas de siniestras historias bien históricas, durante la ocupación, durante la guerra de Argelia, durante las sucesivas crisis de una Francia errante por las oscuras aguas de una grave crisis de identidad".

Siguiendo esta sinopsis anterior breve de su trabajo se tiene entonces que estamos frente a un hombre que atrapa lo inatrapable, sí esa experiencia horrenda que no se quisiera recordar ni tener siquiera registro de ella. Sin embargo, como buen escritor, éste se vale de la escritura para intentar asir esta experiencia y retenerla para siempre, guardándola en la memoria, obligándola a quedarse almacenada en ella, experiencia humana caótica que solo desearía entregarse por completo a una amnesia efectiva. Y al decir esto, me lleva a recordar e intentar parafrasear las palabras de la escritora inglesa Doris Lessing, que en el prólogo de su libro, "El cuaderno dorado" deja por expreso esta sentencia,  “Que poco he logrado decir la verdad, que poco he logrado de toda esa complejidad, cómo puede esa cosa pequeña y pulida ser verdadera, cuando lo que experimenté era tan rudo y aparentemente deforme y sin modelar”.

Indudablemente, que si algo sabe manejar muy bien el escritor, es su capacidad de percepción aguda para atender a los detalles, y absorber a partir de allí los instantes de tiempo, por más pequeños e insignificantes que parecieran ser para el común denominador,  con el fin de volcarlos a hojas interminables de escritura. Esto es ya conocido, todos sabemos ello, sí, sí, sabemos como opera el escritor, o sino lo intuimos. Pero, en este caso cuando hablamos del trabajo de Patrick Modiano, estamos frente a un caso distinto, y muy poco visto, alguien para quien los destinos humanos no le son poco irreconocibles, para él estas suertes de existencias inasibles, no capturables ni atrapables, pueden retenerse en la memoria, en los registros de la memoria.Por tanto, toma forma y compatibilidad la apreciación que hace el diario español, añadiendo, "sus novelas comienzan siempre con la búsqueda de lejanas «raíces» de oscuros personajes perdidos en la historia íntima de seres perdidos y descarriados."; para luego terminar acentuando, "Se trata del triunfo espectacular de una carrera consagrada esencialmente a reescribir algunas de las páginas más oscuras y siniestras de la historia de Francia. El padre de Modiano  fue un personaje oscuro, muy relacionado con traficantes y policías que trabajaron e hicieron grandes negocios vendiendo de casi todo -mercancías, hombres, mujeres- al ejército de ocupación nazi. Modiano hijo nació en 1945. Toda su vida y su obras están marcadas por esa historia paterna." (Ello confirma, esa óptica psicoanalítica que yo también comparto, y que dice, que las primeras esperiencias determinan el sentir y proceder futuro.)

Pero qué significa «por el arte de la memoria con el que ha evocado los destinos humanos más inasibles y descubierto el mundo de la ocupación», motivo del premio. Uhm, pienso, pienso a partir de estas interrogantes, ¿qué se puede pensar por arte de la memoria?¿destinos humanos inasibles?, e inclusive, ¿mundo de la ocupación?.

Ello me lleva a plantear dos cosas, por un lado: las vivencias humanas no pueden ser atrapadas vívidamente porque le pertenecen a la memoria sin espacio ni tiempo. No se puede volver a vivir una misma situación, de allí el hecho de su no aprehensión y difícil evocación tan igual como resultó en su estado inicial. (percepción, también hecha por Lessing). Tal vez los libros constituyan intentos por atraparlas, por atrapar esas vivencias. Sin embargo,  existen detalles, detalles realmente puros y humanos, que resultan difícil ser cogidos y adheridos, salvo por los instantes circunstanciales del tiempo que transcurren dejándolos para siempre en la memoria de lo vivido.


Por otro lado, el mundo de la ocupación, me lleva a pensar en una posibilidad de identidad y filiación hacia  un algo o hacia un todo, un sentido de aspiración a negarse a no dejar de pertenecer a algo. Se pertenece, eso es innegable, de allí los diagramas de Venn y Euler, se pertenece a algo, a la familia, a la identidad consigo misma, al territorio, e inclusive a las mismas experiencias pasadas. Sí, el mundo de la ocupación que hoy ha tomado por observación la Academia para premiar a este laureado, va por allí, por el hecho de crear imágenes y guardarlas en la memoria a partir de la pertenencia a la que se ha sometido, sino en cuerpo por lo menos en recuerdo de un pasado duro y horroroso que no se estaría dispuesto ma repetir, de eso estoy seguro.

Habrá que leer ahora, El lugar de la estrella -1968-; La ronda de noche -1969- y Los bulevares periféricos -1972-, trilogía de la ocupación nazi en Francia, y primeras novelas, en fin. En todo caso, bien por las letras francesas. Por lo demás, a seguir leyendo.

Para mayor información ver: 
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2014/10/141009_ultnot_premio_nobel_literatura_2014_patrick_modiano_jp

http://www.abc.es/cultura/libros/20141009/abci-nobel-literatura-201410091238.html

Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.

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