Puentes para un mejor desarrollo ciudadano

Opiniones, comentarios, ácidas palabras y procaces lenguajes que transitan desde un descontento común hasta convertirse en ofensa a la estima de la persona. Opiniones al fin y al cabo. He escuchado siempre decir que a veces nos equivocamos al momento de poder expresar una intención, sin embargo este escrito que hago llegar NO TIENE SELLO DE FE DE ERRATAS, sino al contrario para reafirmar el motivo de mi decisión de apoyar con mi voto una candidatura, que a juicio mío y honesto, me parecía la más acertada al margen de cualquier disyuntiva ideológica, total, se debaten y discuten las ideas, mas no se impropera con injurias desmedidas ni desatinos lexicales a las personas. Detesto cuando alguien hace escarnio de las ideas y razones del prójimo. Me pregunto, ¿dónde está nuestra cultura ciudadana y alturada para justificar nuestros reclamos o descontentos?¿dónde quedamos ubicados culturalmente dentro de nuestra propias sociedad, si no somos capaces de expresarnos alturadamente?, no, no puede ser que caigamos en la barbarie del lenguaje cuando algo no sale cómo queremos. Ejemplo cívico y ciudadano.

Acabo de escuchar muchas opiniones regadas por las calles, o lugares dónde paso, inclusive el establecimiento de comida que suelo frecuentar de noche no se salva de opiniones un poco subidas de tono. Regreso a casa, y veo al abrir mi bandeja de mensajes que está llena de improperios. Uhm, entiendo, entiendo mucho, y veo, percibo una indignación ajena- aunque fuera de lugar y de contexto-, supongo - y pienso-que es natural, sí, es muy natural que la gente hoy en día no crea, no confíe, es más, desestime la posibilidad de volver a mostrar un respaldo (Uhm, y supongo que es normal que la gente abandone su esperanza propia), sin embargo no debería ser así, no deberíamos actuar así, ¿no se supone que vivimos bajo una democracia?

Es bueno saber que hay alguien que cuestiona y no sigue por seguir. La critica y la razón - y sigo pensando convencido en ello- son ante todo capital de una sociedad si quiere progresar., de allí mi interés en difundir siempre la importancia del cuestionamiento primero interior, y luego exterior. Me agrada, me agrada mucho que esta sociedad en la que vivo pueda emitir su opinión, pueda juzgar. Es cierto, es cierto, le decía a decía a un joven amigo hace poco, cada quien es libre de expresar su opinión al margen de los decires ajeno, sin embargo el canal y la forma importan mucho. Eso es lo más importante para un diálogo alturado.

Dije una vez, y lo escribí en una de mis notas, que uno debe ser uno mismo en donde se encuentre y con quién se encuentre, sí, ser auténtico y transparente vale mucho. Añadí luego, en aquella ocasión que si esto era posible de trabajarse al interior de la consciencia propia de los ciudadanos entonces estábamos caminando bien, puesto que la perfección sólo subsiste en el alma, y trasciende con ella, cuando se sabe y se entiende conscientemente que ésta no camina sola, sino de la mano de la sencillez. Ser humilde ayuda mucho, y no se confunda la humildad con el pasivismo, la permisividad, o la mediocridad, no, ser humilde o sencillo, implica reconocerse que mientras uno está vivo no está acabado en la perfección ni ha aprendido los secretos de la existencia, por tanto es susceptible de fallar y equivocarse para aprender de su error mismo y ser así mejor persona.

Si alguien perdió hoy, no fue por mi culpa, ni por la culpa del pueblo de Lima, fue por su propia soberbia de quien alimenta su ego de ello. Yo no voté por un ladrón (Uhm, lamento que calificativos como estos no sean meditados y razonados previamente), no, yo voté por un gestor de obras comprobadas. Esa es la verdad, voté por el Sr. Castañeda Lossio porque simplemente, y ya lo dije con anterioridad, una ciudad grande y cosmopolita como Lima necesita, nos guste o no, gente con capacidad y experiencia de gestión. Para esto, mi decisión partió de una honda reflexión, no necesité hacer proselitismo previo ni ponerme un polo amarillo o ir a un mitin de campaña. Si lo hice fue por ser fiel a mis convicciones, convicciones de que la sociedad no puede vivir de odios ni mofas absurdas, tiene que volver a confiar, tiene que cambiar, leer más y preocuparse más por alimentar el espíritu, no por sermones, sino por discernimientos reflexivos. Yo creo en la regeneración humana, pienso mucho en ella, y mis esfuerzos cognitivos y experienciales los encamino a consolidar ello, a intentar demostrar ello, esa es mi gran teoría en la que vengo trabajando desde muchos años, y hoy más que nunca, al percibir estas crisis colectivas no podía abandonar ello, y dejar que las palabras se desangren y desarmonicen por sí mismas en las bocas y labios ajenos. Cuando alguien cree en algo firmemente no puede desdecirse ni abandonarse a la noria de la sinrazón.

Por otro lado, pienso y comulgo muy bien con la óptica del Sr. colega periodista de El Comercio, Mario Mejía Huaraca, que si hoy ganó Castañeda entre las muchas razones fue, porque hizo obras, porque fue prudente en su diálogo - el cuándo y el dónde vertir las palabras-, porque fue - y ello queda demostrado una vez más que el atacado siempre es visto como victimizado- eso mismo victimizado, y que bueno porque esto indirectamente nos dice que las personas sí se solidarizan, aunque el orgullo a veces impertinenete, no quiera hacer que la persona se pueda reconocer como tal, como sujeto de solidaridad. Pero, sobre todo el antivoto que la misma oposición sembró en la ciudadanía sumada a un matiz, ya dicho con anterioridad, de soberbia, en fin.

Mañana volveré a las aulas, a dictar mis clases, como cualquier ciudadano común, pero me alegrará decirle a mis estudiantes una vez más que la soberbia y el encono no pudieron imperar, es más, jamás deberán imperar en sociedades tan frágiles emocionalmente como la nuestra. Espero me entiendan, caso contrario saludaré y respetaré su decisión personal de quedarse con el mejor final, sin embargo a pesar de ello, me sentiré contento de saber que existen jóvenes adolescentes que cuestionan y eso me dejará tranquilo una vez más.

Pd. Cito el portal web de Mejía Huaraca para su propio análisis,http://elcomercio.pe/politica/elecciones/que-gano-luis-castaneda-lossio-aqui-cinco-razones-noticia-1761885?ref=nota_politica&ft=mod_leatambien&e=titulo

Desde Lima, Ciudad Capital del Perú. Víctor Abraham les saluda.

Comentarios

Entradas populares