8 de marzo, un asunto de todos los días

Ciudad de Lima, Marzo 8, de 2016

Querida Tita​, amiga:

Revisando algunos mensajes anoche, y luego de encontrarme dentro de tantos post propagados en esta red social, me detuve a pensar en este, en el que tú compartiste en tu muro. Me dejó al inicio una sensación de sorpresa, pero al poco tiempo reflexioné y esa sorpresa se convirtió en sentimiento de entendimiento, de justicia digna, equivalente únicamente a eso que conocemos como gratitud Y es que tienes razón, sí, tienes toda la razón, todos los días deberíamos recordar que son 8 de marzo. Y digo y pienso esto por lo que significa, y ha significado desde siempre, la  existencia de este grato ser en el desarrollo de las sociedades humanas, sin embargo pecaría de injusto si dijera que la historia la han hecho las mujeres, porque creo que este desarrollo - con sus aciertos y desaciertos-ha venido por ambos lados, ya que cada uno, en mi opinión personal, ha aportado lo suyo, según su caraterología y consistencia individual, empero a pesar de esto, a quien más debemos es a ella, a la mujer, a la madre, a la hermana, a la amiga, a la confidente, a la esposa, en fin, tantos matices para pintar la constitución de un único resultado maravilloso, una mujer.

¿Sabes?, decir esto ahora, y reafirmarlo, no hace más que traerme a la mente, la expresión que un día escuchara decir, cuando era casi un adolescente, a un viejo maestro, hoy amigo personal, "Un hombre", decía, "puede faltar en un hogar, pero jamás una madre, y no he dicho mujer, sino madre". Y digo esto, no por el hecho de justificar la ausencia paternal, sino porque la mujer es una piedra fundamental, el elemento clave en todo núcleo básico humano que los cursos y asignaturas de la Educación Familiar, nos han referido como familia. Solo, podría recordar, a modo de anécdota infantil, que cuando no estaba mamá en casa, cuando viajaba o salía, mi padre siempre se complicaba para asistirnos o llevarnos a la escuela. Solo bastaba ver su llegada para sentir, creo que para mi padre más, jaja, un alivio.

El año pasado cuando escribía una nota, decía, "Mujeres, siempre busquen un hombre, un hombre que cuando tenga que tomar una de estas dos opciones respecto a ustedes, esa misma de hacerlas quedar en su corazón y en su recuerdo temporal, o en su vida -esto es, para siempre-, opte por la mejor opción que al final dignifique sus corazones. Sé, sé que no es fácil para un hombre tomar la elección correcta, y sin embargo es necesario que ustedes ayuden a ello, ayuden mucho a ello, con su sencillez y su nobleza, pero también con su lucha y firmeza. Sean fieles, abnegadas, detallistas, amen a sus parejas, pero sobre todo ámense a ustedes mismas. Hagan de sus lazos conyugales, lazos indestructibles y verdaderos, lazos francos y desinteresados, no permitan que el consumismo, el sin sentido y la banalidad de lo superfluo tome su corazón. Recuerden que al lado, al costado de un gran hombre, de un gran hijo, de un gran esposo, de un gran hermano siempre habrá una gran mujer, una enorme y hermosa mujer", y citaba ejemplos claros, como el hecho de que un Lev Tolstói, jamás habría sido lo que fue sin una Sofía Behrs, ni un César Vallejo sin una Georgette Philippart, menos aún un José Saramago sin una Pilar del Río, o un Samuel Beckett sin una Suzanne Dechevaux-Dumesnil, en fin. Te lo menciono porque es así, una mujer puede dar lo que un hombre jamás dará, vida, y proveer, créeme de una fortaleza bárbara.

Tita, yo no creo en un mundo plagado de autómatas feministas, autómatas para cuyos lazos de afecto y de reciprocidad para con sus propios hijos y familias cada vez es menor, so pretexto de decir que habitamos una sociedad cambiante y convulsionada por el tiempo y por las necesidades mediáticas y estrafalarias de libertinaje, sí por el contrario- y esa es parte de mi lucha diaria-, intentar contribuir al restablecimiento (y no me refiero al establecimiento, porque esta condición de mujer ya está instituido solo que a veces pareciera que lo hemos olvidado, y hasta cierto punto hemos caído en el incumplimiento), de la dignidad, el respeto, el autoconcepto y el sano desarrollo de su condición igualitaria en un mundo en el que cada vez parece usar más la imagen femenina como figura mayor de consumo. Decir no, a las propagandasa sexistas, a la desigualdad educativa de las jóvenes trabajadoras, a las marcas que atentan contra su alimentación por decirles que un seudocuerpo de miss hace la diferencia, tamaña ignorancia a veces, e inclusive decir no, a esta extraña y sórdida práctica que hasta ahora está viva y coleando, la  trata de blancas, en fin. Esa es mi lucha, mi posición como hombre que soy, y espero lo comprendas.

Finalmente, debería decirte que vine  este mundo, y he sido lo que soy por una madre, mi padre me llevó a los libros, pero si no hubiera estado allí, Esperanza, mi madre este jamás hubiera tenido tiempo para mostrármelos. Mi madre siempre fue el gran soporte principal de mi hogar, así lo he entendido desde siempre, y ese es el cariño que le guardo. También tengo dos hermanas, dos menores hermanas mujeres, además que mi vida, está unida y complementada con una maestra, amiga, y sobre todo compañera, Magaly Victoria, con quien comparto mi tiempo, mi espacio, y parte de mis ideas, y que dicho sea de paso, me ha ayudado a ver la vida de otra manera.

Tita, de mi corazón, gracias por hacerme entender una vez más que deberíamos comprender que todos los días deberíamos tener presente la gratitud de un 8 de marzo. Gracias otra vez, y un abrazo hasta Sevilla, España.

Desde Lima, Perú.
Víctor Abraham con todo el cariño del mundo.

Pd.- Gentil Tita, te dejo un video sobre una simbólica mujer, la polaca Wislawa Szymborska, Premio Nobel de Literatura 1996



Imagen extraída de la red. Compartida para nosotros por mi amiga Tita Carmen. 




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