Luchas reales y sinceras: cuatro luchas que abiertamente deben ser respaldadas

Se engaña quien sigue hablando y apuntando a temas ya pasados, la noticia de la detención del Sr. Ollanta Humala ya es un refrito. No hay nada más que hacer ni decir, salvo acápites cortos de minucias legales. Lo del indulto a Fujimori ya perdió sostén, no es prioritario ahora. Los temas que se manosean todos los días en los medios de comunicación y ciertas agrupaciones ,mal llamadas "políticas", resultan ahora irrelevantes. El factor político real ahora está en las demandas sociales de la gente normal, en los conflictos de las regiones, en los pliegos de reclamos de los sectores que dan sostén a este país.

Hay una lucha intensa, por ejemplo, en Cusco del sector Educación, eso sí es una barbarie: el trato y la indiferencia que reciben todos los días los maestros es brutal, y estamos siendo injustos al callarnos. Los médicos están en pie de lucha, la atención hospitalaria es paupérrima, el seguro social es un engaño total a la ciudadanía. Los agricultores del VRAEM, reclaman la erradicación compulsiva de los cultivos de coca, no puede ser posible que el Gobierno deniegue su reconversión productiva, cuando es sabido que el uso de la coca es ancestral, es patrimonio del país, y se le debe revalorar por el bien de la propia comunidad, olvidamos injustamente, que también hay propiedades medicinales alternativas. Sin olvidar, mención aparte, el carácter abusivo de las mineras al implementar sus procesos extractivos, de espaldas al bienestar y salud de los pobladores. Sería recomendable, pienso, a estas alturas no dejarse arrastrar por el decir de la mayoría. Espero puedan entender.

Luego, sería interesante ver en los próximos días, aquí en Lima, movilizaciones multitudinarias en favor de la educación de este país, de la salud de este país, de la atención justa a las demandas regionales de este país. Si no es así, si no nos pronunciamos en las calles, sino apoyamos las manifestaciones, entonces solo estaremos cumpliendo la labor de simples "correveidile". Tengo la impresión de que las últimas marchas, por lo menos acá en Lima, solo han servido para alimentar poses esnobistas y aplacar meros apasionamientos de una tarde o noche. Falta olfato político, de eso no hay duda porque la palabra POLÍTICA es otra cosa, al menos en su definición. 

Así, vuelvo a reincidir que, la reconversión productiva de la hoja de coca y su revaloración como legado ancestral; la lucha por mejorar el nivel hospitalario del país; el firme rechazo a los procesos extractivos mineros, de espaldas al bienestar y salud de los pobladores; y la revaloración del maestro en aras de una educación digna y de calidad para todos, son cuatro luchas que francamente valen la pena levantar. Por ello, la gente tiene que empezar a entender la importancia de la unificación de las demandas, somos una nación, no tribus separadas. Las próximas movilizaciones deben tender a unificarse alrededor de temas más substanciales y centrales.

 Lima, Perú Víctor Abraham

Cuatro luchas que francamente valen la pena levantar. / Fotos: Internet

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