TRIPLAYS Y PLÁSTICOS EN BUENOS AIRES, TRABAJO NO REALIZADO POR AUTORIDADES: VERGÜENZA NACIONAL

“Unidos para defender la esperanza implica mayor cultura de la transparencia”, dijo el Papa en su visita protocolar a Palacio de Gobierno en Lima este viernes 19 de este mes, luego de su regreso de Puerto Maldonado. Para referirse luego, en relación a la corrupción generalizada del país, “la corrupción es evitable y exige el compromiso de todos (...) Perú es un espacio de espacio de esperanza y oportunidades, pero para todos, no para unos pocos”.

“Mayor cultura de la transparencia”, ha dicho el Papa, “...cultura de la transparencia”, y parafraseo otra vez esta exhortación. Sin embargo, veo con suma indignación, incomodidad y relativa tristeza que nada de esto ha calado en el alcalde del distrito Víctor Larco Herrera, Sr. Carlos Vásquez Llamo, en complicidad con las autoridades de Trujillo y de la Región La Libertad, Señores Elidio Espinoza, alcalde Trujillo, y Luis Valdez Farias, gobernador regional de La Libertad. Y digo cómplices, porque eso es lo que hay acá, complicidad absoluta para tapar las casas prefabricadas de damnificados por el Niño Costero. “Cubiertas”, según informara a través de su cuenta en redes sociales Ozono Televisión, “para no ser vistas por el papa Francisco a su paso por Buenos Aires, distrito de Víctor Larco Herrera”. Escribo esto y no puedo terminar de comprender el grado de mediocridad y mentira que ha llevado a estas personas y autoridades políticas a construir paredes de material tipo triplay para tapar con plásticos del color de su partido político, para colmo, la pobreza, la indiferencia con los damnificados por El Fenómeno El Niño Costero. Hoy el caricaturista del diario La República, Carlín, ha hecho un boceto de ello, que considero a juicio personal, nada comparado a lo que encierra la realidad. 

Foto: Luis Bahamonde

Triplays y plásticos en Buenos Aires, Vergüenza nacional 

No puede ser posible que en el barrio de BUENOS AIRES, sector del distrito de Víctor Larco Herrera, se tape la realidad de lo que pasa en esa localidad ante la llegada del Papa Francisco. Eso si es una felonía grave, una falta de respeto absoluta al ciudadano de a pie, al damnificado, al humilde, al poblador sencillo, porque cubrir una realidad palpable y tajante para la la cotidianidad de la comunidad condena a los olvidados y damnificados por El Fenómeno El Niño Costero al silencio, al abuso. Los ciudadanos trujillanos, en su gran colectividad deben pronunciarse al respecto porque es una falta de respeto total a la misma ciudadanía que mora en estos asentamientos. La realidad no puede presentarse maquillada ni parcializada.

Foto: Michel Román Loyola

Nunca me ha llamado la atención el papel crítico que ejercen los medios de comunicación en Trujillo, ninguno, dado el velo de oportunismo, mediatez y servilismo que siempre cubre a sus periodistas. Medios de prensa que se prestan para la manipulación ciudadana, y si se ven obligadas a analizarlas, lo hacen de perfil y con una pinza en la nariz. Acabo de ver la portada de La Industria, el vicedecano de la prensa nacional, y nada. Silencio absoluto. Salvo, una nota breve en su portal web, que entre otras cosas precisa, “Tras su recorrido por las calles de Buenos Aires, sector que hace un año fue azotado a causa de El Niño Costero, el Sumo Pontífice se trasladó en su papamóvil para bendecir la zona y a los miles de fieles que fueron a recibirlo (...) Las autoridades no tuvieron mejor “idea” que disfrazar las calles de la avenida Libertad y Pedro Herrera, en Buenos Aires Norte, con triplays y plásticos para que el Sumo Pontífice no aprecie la realidad en la que viven los damnificados (...) quisieron “tapar el sol con un solo dedo” para que nadie pueda apreciar lo que sucedía en realidad. Casas prefabricadas y demasiada basura era lo que no querían mostrar al mundo entero. 

Foto: Luis Bahamonde

El día de ayer, al promediar las 12.43 pm, Michael Román Loyola, un joven amigo trujillano, y sobre todo “bonaerense”, y digo bonaerense entre comillas, porque yo también soy bonaerense. Nací y crecí en Buenos Aires, Buenos Aires Sur, un barrio pobre y sencillo, cuya gente por años vivió de la pesca artesanal mientras había playa, hoy extinta ante la mirada indiferente de las autoridades políticas, fue por veinte años mi comunidad: mi infancia está allá, mi primera formación está allá, se las debo a los nobles maestros de ese colegio 81025 José Antonio Encinas, mis primeros recuerdos están allá, en fin. Decía, que por este joven amigo me llegó las primeras informaciones, cito sus palabras textualmente, "Todos contentos y emocionados por haber recibido al Papa Francisco, porque solo quienes vivimos en carne propia el fenómeno del niño necesitábamos no perder la fe... Pero ahora regresamos a nuestra realidad, Buenos Aires fue maquillado por nuestras autoridades para cubrir nuestra realidad, nuestras necesidades. Fue un barrido bajo la alfombra". 

Foto: Luis Bahamonde

Hoy, Luis Bahamonde, uno de los pocos periodistas independientes de Trujillo, cuyo espíritu crítico y sentido de consciencia es muy rescatable, compartió unas imágenes que muestran el descaro, así como la palpable realidad tras este engaño político, acompañadas con las siguientes palabras, muy sentidas todas, y que comparto con total convencimiento de encontrar un espacio en la respuesta de la colectividad trujillana, “Lo hecho por el alcalde Vásquez Llamo”, sostiene, “es repudiable, vergonzoso, y lo desnuda en su condición de fariseo de la política, no tuvo mejor idea que encubrir su ineficiencia e ineptitud, colocando plásticos y triplays para que el Papa y su comitiva no observaran la realidad: casas destruidas desde hace meses por los huaicos, familias viviendo en condiciones inhumanas”.

Foto: Michel Loyola Román

Llamado a no quedarse en silencio

La indiferencia es un lastre para la convivencia democrática, para el desarrollo del país. Esta, tan igual como el hecho de mellar y socavar las consciencias colectivas reduciéndolos al silencio y la marginación, al olvido, y a eso que Galeno denunciaba como, “ver , oír y callar”, daña la confianza de la gente en sus Gobiernos, destruye la autoestima de los más sencillos, de los más humildes. No es posible amar al prójimo, sino trabajamos por la justicia. La mediocridad política debe ser denunciada y combatida desde cualquier base posible existente, por más pequeña que pueda parecer, y esa debe ser la respuesta frontal de las ciudadanías, de los adolescentes, de los jóvenes, salirles al paso. Salirles al paso a estas pésimas y abusivas autoridades.

Foto: Luis Bahamonde

Por otro lado, escribí hace unos días unas líneas breves, respecto a la llegada del Papa al Perú, muy al margen de las creencias que cada quien pudiera tener o profesar, y sigo sosteniendo lo mismo, creo con fe que Francisco es un hombre bueno y progresista, un ser católico que ha empezado a marcar distancia respecto a los actos de corrupción al interior del mismo clero. Francisco me inspira un respeto, un respeto cívico y ciudadano porque considero, nos guste a no a muchos, que es hoy por hoy una de las pocas reservas morales que este mundo tan quebrado tiene. Saludo y me aúno, por tanto, a la esperanza de esos miles de fieles que fueron a recibirlo a Puerto Maldonado, a Huanchaco, a Buenos Aires, llenos de fe y esperanza, pese a todo lo vivido. Estuve hace unas semanas en Trujillo, viví de cerca los preparativos y las alegrías que tenía este barrio de Buenos Aires por verlo, por escucharlo, por compartir su mensaje, por expresarle libremente sus inquietudes, hoy puedo entender su indignación.

Foto: Internet

Que esta felonía que se ha tejido alrededor de la visita de Francisco en Buenos Aires, nos haga más reflexivos y críticos respecto a las mentiras de los políticos y siga nutriendo nuestro espíritu de resistencia y movilización permanente. Las calles son las puertas que abren la consciencia de las ciudadanías, y que les permite crecer y madurar políticamente.

Fotos: Michael Román Loyola, Luis Bahamonde
Lima, 21 de enero del 2018

Víctor Abraham
Profesor, escritor, periodista y activista político

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