Juan Ramón Jiménez: Premio Nobel de Literatura 1956
Te tenía olvidado,
cielo, y no eras
más que un vago existir de luz,
visto -sin nombre-
por mis cansados ojos indolentes.
Y aparecías, entre las palabras
perezosas y desesperanzadas del viajero,
como en breves lagunas repetidas
de un paisaje de agua visto en sueños.
Hoy te he mirado lentamente,
y te has ido elevando hasta tu nombre.
De: Cielo. Diario de un poeta recién casado 1917
Desde Lima, Ciudad Capital del Perú.
Víctor Abraham les saluda.
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