"La misión de escritor": Discurso al Premio Nobel de Literatura 1957 (Fragmento)

(...)
El artista se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo a
los demás; equidistantes entre la belleza, sin la cual no puede vivir, y la
comunidad, de la cual no puede desprenderse. Por eso los verdaderos artistas no
desdeñan nada; se obligan a comprender en vez de juzgar, y sin han de tomar un
partido en este mundo, este sólo puede ser el de una sociedad en la que según
la gran frase de Nietzsche, no ha de reinar el juez sino el creador, sea
trabajador o intelectual.
Por lo mismo, el papel
del escritor es inseparable de difíciles deberes. Por definición, no puede
ponerse al servicio de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes
la sufren. Si no lo hiciera, quedaría solo, privado hasta de su arte. Todos los
ejércitos de la tiranía, con sus millones de hombres, no le arrancarán de la
soledad, aunque consienta en acomodarse a su paso y, sobre todo, si lo
consintiera. Pero el silencio de un prisionero desconocido, basta para sacar al
escritor de su soledad, cada vez, al menos, que logra, en medio de los
privilegios de su libertad, no olvidar ese silencio, y trata de recogerlo y
reemplazarlo para hacerlo valer mediante todos los recursos del arte.
Ninguno de nosotros es
lo bastante grande para semejante vocación. Pero en todas las circunstancias de
su vida, obscuro o provisionalmente célebre, aherrojado por la tiranía o libre
de poder expresarse, el escritor puede encontrar el sentimiento de una
comunidad viva, que le justificara a condición de que acepte, en la medida de
lo posible, las dos tareas que constituyen la grandeza de su oficio: el
servicio de la verdad y el servicio de la libertad. Y pues su vocación es
agrupar el mayor número posible de hombres, no puede acomodarse a la mentira y
a la servidumbre que, donde reinan, hacen proliferar las soledades.
Cualesquiera que sean nuestras flaquezas personales, la nobleza de nuestro
oficio arraigará siempre en dos imperativos difíciles de mantener: la negativa
a mentir respecto de lo que se sabe y la resistencia a la opresión.
(...)
(...)
(*)Albert Camus. La misión del escritor. (Fragmento del discurso
pronunciado por el escritor al recibir el Premio Nobel de Literatura 1957)
VER DISCURSO COMPLETO:http://muladarnews.com/2010/12/la-mision-del-escritor/
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Reflexiones en torno al escritor:
"En su variada obra desarrolló un humanismo fundado en la conciencia del absurdo de la condición humana. En 1957, a la edad de 44 años, se le concedió el Premio Nobel de Literatura por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de hoy".
Víctor Abraham.
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